jueves, 10 de noviembre de 2016

Limpieza y mantenimiento de los pinceles

Las brochas y pinceles, herramientas básicas para pintar, exigen poco mantenimiento. Pero si no se cumple con esas tareas de conservación, sobre todo la de limpieza, es posible que se deterioren después de su utilización y su duración se reduzca de manera notoria.





Consejos para prolongar la vida útil pinceles


Cuando se trata de brochas y pinceles nuevos, los especialistas recomiendan que, antes de su uso, sean introducidos en agua hirviendo durante unos segundos. Esto hará que el pegamento que sujeta las cerdas al mango se endurezca y, por lo tanto, se refuerce. Así, la pérdida de cerdas será menor.
Pero antes de meter estas herramientas por primera vez en la pintura, también conviene humedecerlas con disolvente y luego restregarles, con rapidez y sin ejercer mucha presión, contra una pared. De este modo, las cerdas que hubieran quedado sueltas se notarán a simple vista y se podrán quitar. Así se evita que terminen en la superficie sobre la que se trabaja, de donde será más difícil retirarlas.

Cuidado de pinceles tras su uso

Una vez concluida la tarea, cuando se han de guardar los pinceles y las brochas durante alguna temporada, es importante limpiarlos lo más a fondo que se pueda. El primer paso será retirar el sobrante más grueso de pintura, para lo que se puede emplear un trapo o un papel absorbente (puede ser papel de periódico).



"Lavar las brochas con agua templada y jabón y dejarlas sin aclarar ayuda a que las cerdas conserven flexibilidad"

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