Especialmente en la técnica del óleo, la pincelada puede tener mucha personalidad. La densidad del óleo, su transparencia u opacidad según que color, y la forma del pincel seleccionado para crear esa pincelada, se unen junto a otro aspecto que hay que trabajar mucho para aprender a crear buenas pinceladas. Se trata del gesto y el movimiento de la mano al aplicar nuestra pincelada sobre una pequeña o más grande parte del lienzo. Muchas veces este ejercicio gestual cansa al pintor. Es por ello que nuestro cuadro puede acabar con pinceladas neutras. Hay que poner energía para que la pincelada continúe creando las formas de la imagen a base de gestos y direcciones que nosotros dirigimos en el lienzo.
1 – Pinceladas de mano alzada.
Algunas de las técnicas más unidas a la forma de la pincelada son el estilo oriental antiguo, el Ukiyo-e y el paisajismo Tsukinami-e. Por ejemplo, las hojas y flores son creados en el papel con toques exactos de pintura, donde el gesto y movimiento de la mano genera la forma.
2 – Pincelada con volumen o transparencia. Pinceladas del romanticismo.
Delacroix, Rubens y Goya son tres maestros de la pincelada bien trabajada. Desde barroco, rococó, romanticismo y clasicismo se desarrollo mucho un trabajo de pincelada que controla el volumen de pintura, su espesor y su transparencia. Destacan las pinceladas románticas, que se distingue por ser densas, de color intenso. Pinceladas que construyen delicadamente pero muy acertadas. Suelen lucirse más cuando estas pinceladas contienen colores claros y el fondo de la composición tiene tonos oscuros.
En el ejemplo que muestro de Rubens, las formas del vestido están creadas a base de pinceladas que dibujan las formas, superpuestas a otras capas de color.
3 – Impresionistas – Las pinceladas de la luz.
Dos ejemplos, Monet y Sorolla, dos grandes inteligencias de la pincelada, aunque bastante diferentes en sus pinceladas. Ambos buscando la belleza de la luz. Son pinceladas pensadas, suaves, sutiles, precisas, libres y muy variadas. Equilibran el conjunto pero logran que la luz tenga la potencia necesaria. Junto a las sombras, que como es famoso, utilizaban los colores complementarios.
4 – Puntillismo. Las pinceladas uniformes.
El puntillismo jugaba con los colores puros y como experimento visual, decidieron crear un tipo de pincelada neutra en cuanto a la forma, es decir, uniforme. Utilizaban siempre un punto como pincelada. Por lo tanto, no hay gestualidad. Es lo contrario del resto de pinceladas, que siempre contienen direcciones y empastes. Estas pinceladas son todas iguales, con lo que equilibran la composición, por la relación entre si que generan los puntos iguales.
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